¿Así que te gustaría dedicarte al golf? ¿O solamente eres un friki como nosotros? Tal vez lleves un tiempo jugando y te hayas estancado en tu juego… ¡Pues únete al club! El golf es muy, muy difícil y no hay una varita mágica para mejorar rápidamente tu juego.
A continuación te presentamos una serie de consejos que pueden aconsejarte sobre la manera de plantear tu juego y “que no te coman los demonios” en el intento:
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Tomar clases
Búscate un buen profesional y toma clases. Si estás empezando desde cero, esto te ayudará a evitar aprender un montón de malos hábitos de swing. Algunas instituciones ofrecen cursos, que podrían ayudar a empezar y averiguar si te gusta este fantástico deporte.
Si estás más avanzado en tus habilidades, desconfía del profesional local que pueda verte en el campo de tiro y decir algo como que tiene que “reconstruir” tu swing. Cuando ocurra algo así, pregúntele cuántas lecciones le va a llevar ese proceso de reconstrucción. Si te dicen algo así como dos o tres lecciones, diles que te lo pensarás. Reconstruir un “swing” es un proceso que puede llevar varios meses de lecciones. Así que en esos casos, sólo están tratando de vender unas cuantas lecciones.
El swing de cada persona es diferente y se ha comprobado que un buen instructor partirá de la base de tu swing y lo ajustará para ganar consistencia. También hay una gran cantidad de materiales en línea que te muestran los fundamentos básicos del swing de golf, como el plano de salida, etc. Ten en cuenta que estos son negocios que tratan de venderte algo también.
Practicar, practicar, practicar
Antes de dirigirse al campo de prácticas y lanzarse a por un cubo de bolas, debería practicar con un propósito. Hay algunas técnicas que puedes hacer para maximizar tu TPV (Tiempo de Práctica Valioso).
Los dos tipos principales de ejercicios de práctica son el entrenamiento en “bloque” y el entrenamiento en “sección”:
- El entrenamiento en bloque consiste en repasar todos los palos de la bolsa y golpear un número de bolas con cada uno de ellos (unas 5 bolas por palo, lo que permite una o dos bolas más para no acabar con un mal golpe). En este ejercicio, se suele empezar con los wedges y golpear hacia arriba en la bolsa, terminando con el driver. Este tipo de entrenamiento es bueno para sacudirse el óxido y ganar memoria muscular.
- El otro ejercicio del campo de prácticas es el entrenamiento de la “sección”. Como el golf es un juego de pensamiento tanto como un juego de habilidad, el entrenamiento de “sección” es donde juegas una ronda de práctica en tu cabeza. Incluso puedes traer una tarjeta de puntuación de tu campo favorito y “caminar” por cada hoyo. Si después del entrenamiento de la “sección” sales del campo sintiéndose incómodo, ¡has hecho tu trabajo! Este ejercicio puede reportar beneficios en el campo. Y no se olvide de ir al green después del campo de tiro.
Comprueba la realidad: Nunca asumas que vas a golpear bien en el campo sólo porque lo hagas correctamente en el campo de tiro… Ese es el paseo más largo en el golf. Y ten en cuenta que los profesionales tienen entrenadores de swing y practican varias horas al día porque ese es su trabajo. La mayoría de nosotros tenemos trabajos y/o compromisos no relacionados con el golf y no podemos pasar la mayor parte del día en el campo de tiro (si te gusta recibir cheques, claro).
Juega el tiro, no el resultado
No hace mucho tiempo, jugar al golf con “bogey” era una puntuación respetable. No fue hasta la llegada del golf profesional moderno que los birdies y las eagles se convirtieron en algo habitual. Siempre hay que intentar jugar un par cuatro como un par cinco y así nos frustraremos menos. Además, las maravillas del sistema de hándicap convierten un bogey bruto en un par neto.
Si te obsesionas demasiado con la puntuación, tendrás tendencia a forzar los golpes, lo que podría conducir a más errores y a una mayor frustración.
He aquí un pequeño secreto de la forma en que funciona su mente: tu recuerdas tus birdies en un hoyo realmente difícil, pero sobre todo, tu subconsciente recuerda el gran golpe de recuperación que hizo después de un golpe de salida o un segundo golpe realmente malo. Recuerda que el golf es un juego de recuperación y que hay muchos factores fuera de su control cuando juega (por ejemplo, el clima, el estado de ánimo, el ritmo de juego) que afectan a la ronda.
Conoce tus limitaciones y no seas tan duro contigo mismo si da un mal golpe. Mantente positivo y las puntuaciones llegarán: el bogey sigue siendo una puntuación buena y respetable para el golfista medio.
Establece objetivos realistas para ti mismo
Las personas con éxito se fijan objetivos y encuentran la forma de conseguirlos. Esto es cierto tanto en la vida como en el golf. Uno de esos objetivos puede ser jugar la misma ronda con la misma bola. Otro, superar los cien golpes…
No tengas miedo de ir a tu campo local y jugar una ronda de práctica en la que puedas utilizar toda la tarjeta de puntuación para anotar el golpe de salida, el palo golpeado y la distancia, la calle golpeada, los greens en regulación, y el número de putts.
Diviértete
Se supone que el golf es un deporte divertido y social. La mayoría no tendrá tiempo ni habilidades para convertirse en profesionales. Recuerda que la mayoría de estos profesionales practican horas al día con sus caddies y entrenadores de swing, así como con terapeutas deportivos. Se dice que Ben Hogan golpea entre 700 y 800 bolas de golf al día.
Por lo tanto, nuestro objetivo debe ser divertirnos, jugar según nuestro nivel de habilidad, respetar las reglas y mostrar una buena educación a los demás jugadores. Intenta no tomarte demasiado en serio cuando das un mal golpe y no dejes que la negatividad de los demás te deprima.
Disfruta del juego del golf: ¡es el juego más frustrante que te va a gustar!